JESÚS VINO POR NOSOTROS || DÍA 16 || MARCOS 1 Y 2

MARCOS 1

Así como en su tiempo Juan lo hizo, tu y yo somos aquellas personas que debemos preparar el camino para que Jesús entre al corazón de las personas. Predicando, demostrando con nuestras acciones que amamos a Dios, y de esa manera

ellos van a conocer a Dios.

¿Recuerdas que en Mateo leímos sobre la tentación de Jesús? En Marcos nos cuenta que durante 40 días el diablo se encargó de tentar a Jesús, pero Él nunca cayó porque siempre tuvo muy claro el propósito por el cual había venido a la tierra.

Te hago una pregunta, ¿cuál es tu actitud ante una tentación? ¿es de debilidad o de fortaleza? Depende en gran manera tu decisión la actitud con la cual enfrentes la tentación.

Cuando Jesús comenzó a llamar a los discípulos todos dejaron todo para seguirlo, hoy en día, cuesta tanto encontrar a personas que estén dispuestas a dejarlo todo por Él, pero tengo la certeza que tu y yo, somos de ese minúsculo número de personas que dejaremos todo por seguir a Jesús.

La autoridad que Jesús nos ha entregado es tan grande, que podemos hacer que aún los demonios nos obedezcan. Que ellos sean los que tiemblen cuando nosotros predicamos, oramos y hablamos. Pero tristemente hoy muchos cristianos sienten miedo por el diablo, sus demonios y compañía, pero como te digo debería ser todo lo contrario.

Ellos a como huían cuando Jesús los reprendía, de esa misma manera deben huir de nosotros.

Durante los siguientes versos de Marcos 1, Jesús comienza a predicar y a hacer sanidades, es increíble ver y leer todo lo que Jesús hizo, pero aún más increíble es saber que Él ha depositado en nosotros ese mismo poder, ¿lo crees?

Tienes dentro de ti el poder delegado por Dios para hacer milagros, proezas y maravillas, solo es cuestión que creas en Él.

MARCOS 2

Necesitas amigos que te acerquen a Jesús, que increíble la fe de los 4 amigos del hombre paralítico, nunca dijeron "es complicado llegar a Jesús" esperemos otro día... No, ellos tenían la certeza que Jesús podía sanar a su amigo.

De esa misma manera, nosotros necesitamos a personas que nos impulsen a seguir a Dios, pero más que impulsar, que nos inspiren, es decir, que su vida sea un completo reflejo de Jesús y vivan una vida de fe.

Es irónico conocer a personas que estando en pecado se sientan indignas de Jesús, tan irónico como ver que llega un enfermo a un hospital y se sienta indigno al ser atendido por un doctor, si la misión de los hospitales es darle salud a aquellos que no la tienen.

Y el propósito de Jesús siempre será salvar a quienes no son salvos, darles una vida nueva, diferente, un nuevo camino.

Que entiendan que sin Él nada somos.

El mismo dijo que no vino a buscar a aquellos que se creen santos, sino vino por aquellos que saben son pecadores.

Jesús vino por nosotros, para cambiar nuestra vida, así que hoy más que nunca busquemos acercarnos a Él.

Cambiar por supuesto que los pecados que cometíamos hoy ya no los cometamos más.

Las respuestas de Jesús siempre fueron profundas, cuando le preguntan: ¿Por qué tus discípulos no ayunan? Él, entre otras dos comparaciones, se refiere a una BODA, ahora bien, ¿que tienen que ver una boda con el ayuno? Simple, una boda es exceso de comida, el ayuno es ausencia de la misma, en una boda hay alegría, en el ayuno hay quebranto. El ayuno es soledad, es apartarse de todo, la boda es disfrutar, convivir con todos, el ayuno es silencio y la boda es ruido.

Entonces Jesús les estaba diciendo en pocas palabras, mis discípulos me tienen, en la boda no se puede estar triste porque el novio está ahí. Jesús estaba con ellos, había mucho trabajo, había alegría, no tuvimos a Jesús tantos años, y Él quería disfrutar el tiempo con sus discípulos.

Hubo momentos para ayunar, Jesús mismo ayunó, pero como lo vimos anteriormente, se apartó de toda la gente y se fue al desierto, en ese tiempo no había oportunidad para ayunar, era hora de trabajar.

Hay que saber entender muy bien los tiempos de Dios, y primero que nada, Jesús nos dio una gran lección, que no se ayuna una vez iniciado nuestro proyecto, sea cual sea, una relación amorosa, un trabajo, etc. Se ayuna antes de iniciar, se ayuna antes de cualquier cosa.

Si hoy tienes planeado comenzar algo, primero ayuna, quebranta tu corazón a Dios, apartate por completo de todo, que llegará el día de trabajo, llegará el día en el cuál tendrás a Jesús y será tiempo de disfrutar todas y cada una de sus bendiciones.